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COLETA DE TIEMPO

Dejar de soñar

Hoy decidí escribirle a la mujer que dice amarme, decirle que lo nuestro no puede ser y no por los diez o doce años que me lleva o le llevo, como ella me dice, sino porque ella merece ser feliz, porque se merece ser libre, porque ella ama su libertad sino no hubiera decidido divorciarse, porque ella tiene ese amor propio del que siempre hablamos y nunca llegamos a conocerlo, pero ella lo conoce y lo siente.

 

Hoy eh decidido escribirle y decirle entonces, como dicen los adolescentes, que es mejor que quedemos como amigos, si eso aún existe, si aún podamos rescatar eso, tal vez sea un patán al decirle que lo nuestro debe acabar, acabar algo que alomejor nunca existió, acabar talvez con aquello que no pudo empezar.

 

Extrañare de pronto la horas interminables prendido al celular, para tan solo escuchar su voz presa en esa cajita negra que nos logra comunicar, extrañaré su frase típica diciéndome, bebe te amo, extrañaré su risa, aquella risa prolongada que llegaban a mis oídos, como el sonido cuando las olas se rompen, extrañaré caminar por las calles frías de Trujillo nunca tomados de la mano, porque eso iba contra su reputación de mujer casada y divorciada, extrañaré los planes de comprar un departamentito en su ciudad porque ella quería que viviera ahí, sin embargo aquella ciudad me parecía muy triste, con su cielo color panza de burro, con su frío húmedo en tiempos de invierno; prefería en cambio el cielo alegre con los colores que a los pintores inspira, prefería el frío sólido mi ciudad sin estaciones, Cajamarca.

 

Decido escribirle, decirle apenado que extrañare ser un bebe en sus brazos, y en  sus labios y en su pecho y en su sexo y en su vientre y en sus manos pálidas por las tantas horas de lucha con la vida, por las tantas veces que secaron sus lagrimas, las mismas manos que acariciaron mi rostro, mis labios, mi cabello, mi pecho, mi sexo, las mismas manos que se aferraban a mí mientras bailábamos en una discoteca de su ciudad confundiéndonos entre las luces, el humo de los cigarrillos y las miradas de los demás danzantes.

 

Decidí terminar con ella por amor a su libertad, por amor a mi libertad, por amor a sus hijos que no se merecen cargar con lo nuestro, decidí terminar por amor a su madre aquella persona tan noble, disciplinada y justa por ello mismo no se merecía tanta injusticia para ella por parte de la vida que ya suficiente había tenido.

 

Decidí concluir con el amor platónico que ella me dijo tener y dejar de soñar aquel sueño que nunca empezó, aquel sueño aplastante para ambos, para los suyos, para su reputación e imagen. Decidí dejar de soñar.

3 comentarios

XX -

Sabes tu quieres dejar todo atras algo quizas tu empezastes, aun sabiendo que cuando llega el momento de tomar una decisión.. según tu para el bienestar de ambos, quizas estas ocasionando un daño que se pudo evitar.

Robert Bolaños -

Hola compare...que bacán tu blog...Una vez me comentaste sobre tu relación con una mujer casada, pero no pensé que esa relación marcara tanto tu destino y tu vida...Te deseo lo mejor amigo

Anonimo -

Aveces es doloroso darse cuenta que tienes que despertar y vivir tu realidad.